lunes, 18 de enero de 2016

PESO URUGUAYO

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PESO URUGUAYO






 Desde 1828 se dieron varios intentos de crear un sistema monetario nacional, pero las dificultades económicas de la época y la situación social hicieron casi imposible la instalación de una política económico-monetaria que terminara con las dificultades que tenía a diario el comercio.
En 1831 se retiró toda moneda de cobre extranjera y el gobierno comenzó la búsqueda de alguna solución para poder abastecer las necesidades del comercio. El 14 de marzo de este mismo año se promulga una ley que dispone la emisión de la moneda conocida como «décimos de la ciudad de Buenos Aires», que se convertiría en la primera emitida por la República Oriental del Uruguay.
Aun así, hasta 1862 el país no tenía monedas de cambio propias; circulaban todo tipo de monedas metálicas, pero gran parte de ellas muy devaluadas. No es hasta el 23 de junio de este mismo año cuando se establece, por primera vez, un régimen monetario basado en la plata y el oro. Así se definió el peso plata, equivalente a tres cuartos de onzas de plata y que remplazó al peso antiguo o «peso corriente».
Posteriormente, bajo el gobierno del general Venancio Flores, se autorizó a los bancos a emitir sus propias monedas.
En cuanto a la entidad emisora de esta moneda, el Banco de la República Oriental del Uruguay fue creado en 1896, con carácter privilegiado, hasta que esta facultad se transfirió al Banco Central del Uruguay, fundado en 1967. Desde entonces, ha sido el Banco Central del Uruguay el encargado de acuñar el peso uruguayo.
Una semana antes de entrar en vigencia el "peso uruguayo" que tendrá tres ceros menos que el "nuevo peso", los comercios comenzaron a mostrar sus productos en vidriera con precios expresados en ambas monedas.
Como ocurrió a mediados de 1975 cuando surgió el Nuevo Peso, la denominación anterior seguirá primando en las expresiones del público hasta que, paulatinamente, la nueva unidad vaya ganando su espacio.
Contribuirá a ello tanto los valores exhibidos en vidrieras y escaparates como las boletas de los comercios, los recibos de sueldos y pasividades y todos los documentos que deberán emitirse y registrarse bajo la nueva unidad monetaria.
No habrá billetes nuevos ni los actuales sobreimpresos sustituyendo al circulante actual como ocurrió en 1975. Por el contrario, aparecerá otro billete con la denominación que caduca: el de N$ 500.000 que, lógicamente, deberá llamarse "quinientos pesos uruguayos" o $ 500 simplemente.
Más adelante comenzarán a aparecer los billetes actualizados, pero para esa fecha el público ya va a estar familiarizado con la nueva unidad monetaria nacional.

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