martes, 12 de enero de 2016

FRANCO SUIZO

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FRANCO SUIZO



La decisión adoptada por el Banco de Suiza ha cogido a los mercados y a los inversores con el pie cambiado, una auténtica sorpresa no esperada por nadie. El franco se ha apreciado entre un 15 y un 25% frente a las principales divisas.
De pronto no hubo liquidez alguna, el spread u horquilla se abrió en exceso. Muchos inversores, particulares e institucionales han quedado atrapados, unos cerraron con enormes pérdidas, otros no saben ahora cómo salir.
Es momento de analizar todo el tema en cuestión. Pero vayamos por orden, empecemos por el principio.
Se estaba produciendo una huida de depósitos de la zona euro, de capital de varios países hacia lugares en principio más estables y seguros, siendo el principal destino Suiza. Pero claro, el Banco Central de Suiza no quería una entrada masiva de dinero, ya que ello llevaría a fortalecer al franco suizo, perjudicando a las exportaciones del país helvético.
En el mes de agosto de 2011, el EUR/CHF estuvo a punto de llegar a la paridad (se colocó en 1,0064). Este hecho hizo reaccionar al Banco de Suiza en el mes de septiembre del mismo año, adoptando una política de compra agresiva de euros. Fue este motivo el que en el mes de septiembre hizo reaccionar al Banco suizo, el cual adoptó una política de compra masiva de euros con la finalidad de evitar a cualquier precio que se perdiera dicha referencia.
Este planteamiento permitía al Banco de Suiza lograr su objetivo, puesto que desde septiembre del 2011 hasta el 15 de enero del 2015 nunca había perdido la barrera de 1,20 (salvo 1 día, el 5 de abril de 2012 y sólo perdió 8 pipos).
¿Por qué esta intervención de Suiza en su divisa? Para evitar el riesgo de la deflación ante una moneda tan fuerte que recibía gran cantidad de flujo de capital proveniente de muchos países.
Bien, hasta aquí el origen y el porqué del suelo que la entidad helvética fijó para el cambio euro/franco (EUR/CHF) en 1,20.
Vayamos ahora al meollo de la cuestión…
El Banco de Nacional de Suiza (BNS) recortó en medio punto el tipo de interés aplicado a los depósitos, que pasa del -0,25% que se venía aplicando desde finales del 2014 al -0,75%. En definitiva, una tasa negativa que se aplica a las cuentas bancarias y a las aseguradoras.

En realidad, lo que pretende la entidad con la rebaja de los tipos de interés es que la eliminación del suelo no origine un endurecimiento de las condiciones monetarias. Es más, la famosa coletilla que tanto gusta a los Bancos Centrales no podía faltar tampoco en esta ocasión: si fuera necesario, la entidad permanecerá activa en el mercado de divisas para influir en las condiciones monetarias.

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